Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Reyes 23, 3-9

3 El rey estaba de pie junto a la columna; hizo en presencia de Yahveh
la alianza para andar tras de Yahveh y guardar sus mandamientos, sus
testimonios y sus preceptos con todo el corazón y toda el alma, y para poner
en vigor las palabras de esta alianza escritas en este libro. Todo el pueblo
confirmó la alianza.

4 El rey ordenó a Jilquías, al segundo de los sacerdotes y a los
encargados del umbral que sacaran del santuario de Yahveh todos los
objetos que se habían hecho para Baal, para Aserá y para todo el ejército de
los cielos; los quemó fuera de Jerusalén en los yermos del Cedrón y llevó
sus cenizas a Betel.

5 Suprimió los sacerdotes paganos que pusieron los reyes de Judá y
que quemaban incienso en los altos, en las ciudades de Judá y en
los
contornos de Jerusalén, a los que ofrecían incienso a Baal, al sol, a la luna, a
los astros celestes y a todo el ejército de los cielos.

6 Sacó la Aserá de la Casa de Yahveh fuera de Jerusalén, al torrente
Cedrón, la quemó allí en el torrente Cedrón, la redujo a cenizas y arrojó las
cenizas a las tumbas de los hijos del pueblo.

7 Derribó las casas de los consagrados a la prostitución que estaban en
la Casa de Yahveh y donde las mujeres tejían velos para Aserá.

8 Hizo venir a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá y profanó
los altos donde quemaban incienso, desde Gueba hasta Berseba. Derribó los
altos de las puertas que estaban a la entrada de la puerta de
Josué,
gobernador de la ciudad, a la izquierda según se pasa la puerta de la ciudad.
9 Con todo, los sacerdotes de los altos no podían acercarse al altar de
Yahveh en Jerusalén, aunque comían los panes ázimos en medio de sus

hermanos.